Esta popular leyenda, en la que un flautista se lleva a
todos los niños del pueblo germano de Hamelin
después de que los habitantes rompieran la promesa de pagarle por
haberles lirado de una plaga de ratas. Tiene su origen en un suceso que ocurrió
en 1212.Se dice que en aquel año, cerca de 40000 niños alemanes abandonaron sus
hogares y que, guiados por un niño llamado Nicolás,-que probablemente tuvo la
misma visión que el niño Esteban de Cloyes en Francia- cruzaron los Alpes y
llegaron a Roma. En Francia cerca de 30000 niños liderados por un pastorcillo
llamado Esteban de Cloyes-el cual decía que Jesús le había encomendado liderar
una Cruzada hacia Jerusalén, la cual caería en manos cristianas por su bondad y
pureza de sus almas-se sumaron al viaje, que fue llamado “la Cruzada de los
Niños”.
Los líderes y supervivientes de la expedición se reunieron
con el Papa Inocencio III, quien les invitó a que regresaran a sus casas.
Muchos hicieron oídos sordos al consejo del Santo Padre y embarcaron en
diferentes navíos con destino al Norte de África, donde fueron vendidos como
esclavos.